La comunidad hindú de origen tamil en Malasia y otros países celebra el THAIPUSAM, fiesta en honor a Murugan, hijo de Shiva y su esposa Parvati. Cientos de peregrinos se atraviesan la boca, lengua, brazos, pecho o espalda con afiladas agujas o ganchos de los que cuelgan las ofrendas, que suelen consistir en frutas o recipientes con leche. El continuo sonar de los tambores y los gritos de ánimo repetitivos de sus familiares y amigos les ayudan a entrar en trance y dicen ser poseídos por su Dios.
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