La Peña de Arias Montano es un lugar formado por una enorme masa de roca caliza que culmina en una especie de meseta de 746 m de altitud sobre el valle donde se asienta la población de Alájar.
En 1553 llega a la Peña el teólogo y humanista Benito Arias Montano. Reedificó la ermita, construyó casa y estudio con vides, huerta de frutales y paseo con parras y árboles de diverso género. En los alrededores de la ermita descubrió y acondicionó un antiguo manantial, "la Fuente de la Peña", levantó un cenador y ordenó todo el conjunto ampliando y adornando el camino de acceso con una frondosa alameda y los alrededores con huertas y viñas, siguiendo el ejemplo de las villas rústicas y de los jardines manieristas italianos. La figura de Arias Montano, teólogo preceptor de Felipe II y miembro honorable de la corte y vinculado al Escorial, está ligada a la Peña hasta el punto de haber asignado su nombre.
La Peña se constituirá como un centro de culto mariano de primer orden con la devoción a Nuestra Señora Reina de los Ángeles, fundándose en 1528 una hermandad que celebraba una popular romería cada 8 de septiembre.